Bienvenido
Órgano informativo de los Escritores del Caribe Colombiano
«... Contrariamente a lo que se piensa,
no considero el Caribe como un área
geográfica sino cultural.»
Gabriel García Márquez
«... Contrariamente a lo que se piensa,
no considero el Caribe como un área
geográfica sino cultural.»
Gabriel García Márquez
Octubre vino con melodías entre letras, esto lo comprueba esta edición, la 83, que, siempre abierta a todos los artes, está tan vigente el lenguaje de mil canciones.
Solo basta abrir la revista y contemplar cómo Antonio Luis De Moya le hace un digno homenaje a Jorge Oñate, donde destripa de manera detallada, la historia de aquel bardo del vallenato, que enmarca y representa a la cultura caribeña y su imaginario.
De ahí saltamos a micrófono abierto, resguardo de la voz poética de este espacio, y donde exponemos, en esta ocasión, a Maria Vengoechea y su arraigo a la naturaleza, especialmente la flora en sus versos; y a Leonardo de León, haciendo de la cotidianeidad un campo mágico de batallas y versos.
Después volvemos a la música, pero con tonalidades fuertes y rebeldes, como suele ser el rock y sus variantes, mientras Billie Jean Madera García en su artículo Dayana Hernández «Urbanarock: Rockonstruyendo un sueño» nos narra la experiencia de la décima versión del Festival Urbanarock, celebrado el 12 y 13 de octubre del presente año; además de hacerle una entrevista a su amiga y co-organizadora del festival, donde hablan sobre el proceso a ser uno de los eventos de rock del Caribe colombiano. Es preciso no olvidar que este mes también se celebra el día de la raza, y el historiador e investigador, Jaime Puente Almentero, a través de su nota América: «el continente de encuentros y desencuentros» nos recuerda, sin tapujos, el lado deshonroso de esos tiempos, cosa que nos hace cuestionar si de verdad hay algo que celebrar; pero que nos da a entender que de esa misma deshonra venimos nosotros.Y para culminar –y cómo no, de manera musical–, Carmen Bustos Giraldo, nos hace dar nuevamente la bienvenida a un integrante de la familia SantaBárbara con el artículo Farid Donado Rodríguez, «Raspao con Kola», donde nos muestra la nueva apuesta de nuestro poeta. Le deseamos la mejor de la suerte en este nuevo viaje.
Alfonso Avila Pérez
Director
SICOMORO
(Ficus sycomorus)
Entro y salgo
a través de las puertas de mi cuerpo
como una niña perdida.
Lo único que cargo es el frasco
donde guardo los seres que me habitan:
peces que nadan en mi lengua
un gato viejo que duerme en mis ojos
las abejas que pican mis costillas
y mi cerebro, que es un caracol.
La noche viene y yo ya me he ido.
Subida en la rama del sicomoro
le tomo la mano a Isis
y cruzo a la otra vida.
María Vengoechea
Iniciamos una nueva aventura, la edición No.82 de MaríaMulata. Una revista dedicada a Jaime Puente Almentero, en portada. Historiador e investigador, quien nos presenta su nuevo libro «Kalamary: crisol étnico del Caribe» libro editado e impreso por SantaBárbara Editores el pasado mes de julio y presentado el 23 de agosto en la ciudad de Cartagena. Siendo recibido de manera agradable por la crítica y consolidando, de esta forma, el trasegar del maestro en la historia del Caribe colombiano.
La revista cuenta nuevamente con el texto de Antonio Luis De Moya en su acostumbrada sección de musicología, en esta oportunidad un artículo dedicado al victorioso equipo barranquillero Junior; la historia nos deleita con temas de interés desde su fundación, sus jugadores y, obviamente como buen tema musical, los coros que han enmarcado sus triunfos.
Por su parte, Billie Jean Madera, nos presenta el trabajo maravilloso que un grupo de jóvenes vienen liderando en la recuperación del emblemático Museo Romántico de la ciudad de Barranquilla. Una batalla épica, donde contra viento y marea este grupo ha demostrado con ahínco que “Cuando la voluntad está lista, los pies son livianos”.
Y desde la población de Frías, en Argentina Eugenia Páez nos presenta su nueva obra Pa el mal de amores, un texto que es un bálsamo sanador, que nos invita a reflexionar y sanar, nos da fuerzas para seguir adelante, y creer en un nuevo amanecer, sin dudar.
Y, para finalizar esta edición, en nuestra sección de micrófono abierto, cinco noveles escritores: Enrique Delgadu, Lucelly Teherán, Juan Meza, Samir Antonio Díaz y, Michelle De La Cruz, nos deleitan con sus textos.
Alfonso Avila Pérez
Director
EL MALECÓN
Sinuoso y en calma
el río grande se entrega a la mar
mientras el sol bendice
la mañana del encuentro.
Los transeúntes son testigos del pacto
mientras las aves danzan tejiendo el destino,
la brisa es quien decide
los momentos de sonrisa.
Un instante eterno,
donde se puede sentir la magia
y toda la escencia de un pueblo
que ha reído y llorado
cada gota desde las montañas.
El malecón es un altar para entender la vida.
Enrique Delgadu
Hace pocos días Alfonso Ávila me llamó para decirme que publicaría un libro sobre su padre, su obra y su legado en el contexto Caribe y en especial en el territorio en donde sembró y dejó una huella inconmensurable llena de vida, de esperanza y de futuro.
Hablar de Abel José Ávila Guzmán, es evocar una época gloriosa y pródiga de las letras Caribes, ya que fue el Gran Maestro de la prole de escritores que surgieron en el Caribe colombiano entre los años 70 y 2000.
Siempre he considerado que, sobre la vida de un escritor, sea investigador o creador, nunca se agotan los temas y respecto a Abel José aún todavía no se ha escrito la última crónica de su legado a las letras caribes y colombianas.
En la nota de presentación del libro Prolegómenos de la autoría de Abel José, escrita por Carlos Aurelio Higgins Echeverría, dice: “Esta Sagrada Biblia ha escrito de todo con propiedad y entrega para deleitar y poner a pensar a sabios y legos y a doctos y profanos”.
Aunque es difícil señalar la importancia de la obra del Pensador de Lata, creo que, entre su legado, uno de los más importantes y se puede señalar como su obra cumbre El Pensamiento Costeño, que desarrolló en cinco tomos de Escritores del Caribe, donde aparecen escritores ampliamente conocidos y reconocidos y otros menos conocidos.
De Abel se podría decir que su pluma estuvo bajo el amparo de San Francisco de Sales (1), Patrono de escritores y periodistas católicos.
Es importante resaltar que, para Abel José Lata, su pueblo, se paralizó en el tiempo desde sus más remotos orígenes. En sus escritos siempre dejaba la huella de la ironía. Según Abel, en la familia de Lata, todos se identificaban por sus ojos redondos del color de piedralipe. En otras familias, la mácula del lunar del lado izquierdo del cachete.
En medio de su vastísima obra, creo que el Clan de Mamá Cola, obra prologada por Antonio Saldías en 1964, es su obra más importante, puesto que fue la que le abrió las puertas al vastísimo campo de la creación y de la investigación.
Como todo caribeño que se respete, Abel José fue uno de los más pródigos personajes, que con solo pronunciar una palabra apaciguaba cualquier brote de discordia. Era una especie de consejero que no perdía oportunidad para orientar a quienes se salían del cauce normal de la vida. Su palabra ere la palabra del Maestro y siempre llevaba el mensaje de formación.
Pienso que Abel José legó a las letras y al pensamiento Caribe un catabre lleno de Historia y de Literatura, el que aún yace virgen y a la espera de que alguien lo desentrañe.
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(1) San Francisco de Sales, declarado Patrono de los escritores por el Papa Pío XI en 1926, en la encíclica Rerum Novarum.
Joce Daniels García
Escritor colombiano
PEREGRINACIÓN A LA NOSTALGIA
Una vez fui niño
y lloraba entre los brazos
de mi madre;
y en otras me refugiaba en la sombra de mi padre.
Una vez fui niño
y jugaba con los chécheres
a estridentes carcajadas,
y, en otras, me bañaba
en las líquidas mañanas.
Una vez fui niño
y yo trepaba el gato
en el lomo de mi perro;
y, en otras, le daba biberón
a mi consuelo....
Abel Avila Guzmán
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